En medio del escándalo por el desmadre de la venta ambulante trucha en las playas geselinas, se conocen detalles de cómo se manejan los vendedores, ante un estado municipal que permite “el vale todo”.

En la mañana de hoy, Liliana, propietaria de la fábrica de churros “Tito” habló por radio Impacto y dio detalles del manejo mafioso que se ha registrado en lo que va de la temporada. 

Liliana, explicó que el último jueves vendedores que comercializan sus productos fueron amenazados por un grupo de churreros que pertenecen a una organización que no se identifica públicamente. Las intimidaciones, que tuvieron lugar en plena playa de Mar de las Pampas, buscaban obligarlos a que se retiren de allí para tener exclusividad de venta en ese sector.

Pero ese mismo jueves los vendedores de esa organización se dirigieron a avenida 3 y paseo 141, donde con palos, piedras y botellas, buscaban atacar su fábrica. Liliana explicó que al observar la presencia de estos “seis u ocho” sujetos llamó a la policía. Los uniformados se hicieron presentes e identificaron a los vendedores. Según la mujer, a más de uno de ellos le encontraron armas blancas y una vez demorados habían confirmado que uno de los sujetos tenia pedido de captura y otro un amplio prontuario. 

Ese suceso, habría precipitado lo ocurrido el sábado. Donde, a lo ya conocido, se suma que tres canastero de “Churros Tito” habrían terminado detenidos- uno de ellos empleado municipal-. Ante esto, la dueña de esa empresa no supo explicar por qué, ya que a su entender los vendedores de sus productos habrían sido los atacados – con cadenas y facas - por el otro grupo de churreros.

Por último confirmó, que la gran mayoría de los vendedores de churros lo hacen sin habilitación, ya que los tramites que exige la gestión del Intendente Erneta para habilitarlos, son prácticamente imposibles de cumplir.