La razón: se sienten “rehenes administrativos”, con desarrollos estratégicos sobre ruta que tributan en otros municipios, mientras utilizan servicios e infraestructura urbana de los partidos costeros.
Los proyectos sobre frentes de ruta, con acceso directo y cada vez más valorizados, podrían aumentar exponencialmente su valor si quedaran dentro de las jurisdicciones solicitantes, que ofrecen mejores servicios y beneficios fiscales.
Aunque por ahora no hay confirmaciones oficiales, este tipo de reclamos no es nuevo: desde la creación de estos municipios en 1978, hay una tensión latente por la administración de zonas clave para el desarrollo económico.
Fuente: Pinamar24